sábado, 23 de abril de 2016

I 06 TRANSCOMUNICACIÓN INSTRUMENTAL (TCI): Ciencia/pseudociencia

Protagonistas de posible TCI


Paranormal es el nombre o adjetivo que se utiliza para calificar aquellos fenómenos que contradicen las leyes naturales; no explicables en términos de la ciencia actual y no compatibles con la norma de percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad. Los temas de presuntos fenómenos paranormales son inagotables, desde magia, hasta contactos con extraterrestres, pasando por la telequinesia y la combustión espontánea.

La complicada investigación de lo paranormal es en gran parte realizada, desde 1930, en el campo multidisciplinario de la parapsicología-del griego para “junto” y psicología- por diferentes Universidades, como la de Edimburgo en Escocia, Utrecht en Holanda, Leningrado en Rusia así como Duke y Virginia, en Estados Unidos, utilizando métodos como el enfoque experimental, la recolección de evidencia anecdótica y el participante-observador.

Incluso se han fundado Asociaciones para el estudio organizado y sistemático de los fenómenos de este tipo, como la Parapsychological Association-adscrita a la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia- y la Academia de Parapsicología y Medicina, entre muchas otras, donde se llevan a cabo estudios periódicos, sobre el tema paranormal.

Los parapsicólogos se refieren a estos acontecimientos como fenómenos Psi; un término más neutral y no sugestivo de las causas de los fenómenos o experiencias que estudian.

El número de personas convencidas de la existencia de fenómenos Psi es creciente, solo en Estados Unidos, de acuerdo a un estudio Gallup, de 2005, el 73% de los encuestados creían en al menos uno de los diez fenómenos incluidos en la encuesta: Percepción extrasensorial, casas embrujadas, fantasmas, telepatía, adivinación del futuro, astrología, brujas, reencarnación, canalización de entidades espirituales y comunicación con los muertos (uno de cada cinco encuestados).

La supuesta comunicación con el más allá, a través de medios técnicos, es conocida como Transcomunicación Instrumental (TCI).

A los magnetófonos, como medios técnicos de soporte para el contacto con “espíritus altamente evolucionados moralmente”, les siguieron televisores, radios, aparatos multimedia, cámaras, teléfonos y hasta las modernas computadoras. Personas de todo el mundo están convencidas que la TCI no es un hecho aislado, por el contrario es un fenómeno mundial, donde “miles de personas transcomunican” “con sus seres queridos, que se encuentran en otro plano de existencia” “aportando pruebas irrefutables de sobrevivencia”. “El contacto también es posible mediante sueños o directamente como visiones”.

La TCI utiliza desde hace décadas las psicofonías, como un medio sencillo de comunicación con personas ya fallecidas, proporcionando a miles de familias una esperanza sobre la supervivencia a la muerte. Las psicofonías son sonidos que quedan registrados en grabadoras de audio y son interpretados como voces de los muertos por los investigadores de lo paranormal.

El fenómeno fue descubierto de forma casual, cuando el productor de documentales y cantante de ópera sueco Friedrich Jürgenson, en 1959, intentó registrar el canto de los pájaros, utilizando un pequeño magnetófono, al escuchar la grabación oyó la voz de alguien, haciendo comentarios sobre el trinar del pinzón (sic). Al repetir la operación, “una nueva voz se escuchaba perfectamente” “creyó reconocer la voz de su madre”.

Otros más ha estudiado el pseudofenómeno, particularmente el letón Konstantine Raudive, compañero de investigación de Jürgenson, quizá quien más ha aportado al tema, hasta el punto de que las psicofonías también son conocidas como voces de Raudive, ya que al morir dejó un legado de más de cien mil grabaciones psicofónicas.

Existen varias teorías para explicar estas voces: Ventriloquia subliminal/inconciente de los propios investigadores; interferencias radioeléctricas; sonidos del más allá, voces de los muertos, es la más difundida, aunque se basa en hipótesis no demostradas; habitantes de otros planetas, muy poco aceptada; actuación de la mente del investigador; pareidolia-percibir formas reconocibles en palabras inteligibles-;fraude por diversas razones; psicokinesis, desplazando objetos con la mente y/o voces en el aire, ondas almacenadas.

Thomas Alva Edison desarrolló en 1920 un aparato para contactar la otra dimensión; para conseguir mejores comunicaciones, fueron mejorando la calidad de los equipos, por ejemplo, el “Europuente de Señales” que permitió al matrimonio de Luxemburgo, Maggy y Jules Harsch-Firschbach obtener en 1986, discursos de personas ya fallecidas, otros el GA-1 y el más perfeccionado el “Puente Burton”, de mensajes telefónicos, imágenes de vídeo y textos e imágenes grabadas espontáneamente en la computadora, que se conocen como psicoimágenes, aunque para muchos son solo un efecto de sugestión.

El 8 y 9 de abril del pasado año 2000 se realizó en segundo Congreso Internacional de Transcomunicación Instrumental en la Ciudad de Toluca, Estado de México, entre las personalidades que presentaron sus experiencias, destacó el matrimonio de origen francés, residente en México, de Yvon Dray y su esposa Maryvonne, que en 1995 perdieron a su hija Karine en un accidente automovilístico, proponiendo sanar el dolor de la muerte a través de la TCI.

La actriz mexicana Norma Lazareno, habitante del Distrito Federal, que en 1998 sufrió la dolorosa pérdida de su hija única Paulina, que falleció en trágicas circunstancias, en plena flor de su juventud, asegura que a través de la TCI se comunica habitualmente con su querida Pau.

Para validar este tema se requiere investigación desapasionada, ya que otros caminos excesivamente simplistas, solo para crédulos, difícilmente aportaran respuestas. El tiempo dilucidara si se trata de un contacto tecnológico, de un proceso en algún rincón poco conocido de la mente humana o de un duelo incompleto.

La opinión científica sobre estos presuntos fenómenos, es de escepticismo, pues no son observables de una forma sistemática y repetible, con lo que es imposible aplicarles el método científico. El mero uso de metodología experimental científica, no le otorga a una disciplina la condición de ciencia.

La mayoría de la comunidad científica no acepta el fenómeno paranormal, porque es difícil de caracterizar y explicar incluso si se supone real. Actualmente la Psicología no se adhiere a los postulados de la parapsicología, los escépticos señalan que las metodologías de estudios tienen sesgos cognitivos, porque el observador y el testigo, tienen la tendencia a creer ciertas afirmaciones y otras falacias, por tanto los resultados experimentales provenientes de estos esfuerzos no son mayoritariamente aceptados.

En el mismo sentido, acusan con frecuencia a los estudiosos de lo paranormal de adolecer de una excesiva credulidad, tomando como verdaderas todas las afirmaciones paranormales sin someterlas a la menor crítica, o directamente de ser charlatanes, de intentar engañar al público con un propósito espurio, típicamente económico.

Desde 1964, en los Estados Unidos, existe la Fundación Educativa del ilusionista James Randi, dedicada a desenmascarar las falsedades que surgen en torno a los supuestos fenómenos paranormales. La fundación ha venido ofreciendo desde hace varios años la suma de un millón de dólares a quien consiga, bajo condiciones controladas de laboratorio (y supervisadas por la fundación), demostrar un solo fenómeno paranormal como los anteriormente mencionados. Hasta ahora nadie ha podido hacer una demostración satisfactoria y el premio sigue sin reclamar desde hace 44 años.

Así la investigación de la Parapsicología no encaja dentro de los modelos teóricos estándar aceptados por las ciencias naturales; o las utilizadas en Psicología, dentro de las ciencias sociales. Por ello, algunos críticos han afirmado que el fenómeno Psi de transcomunicación instrumental, cruza la línea de la parapsicología y se ubica plenamente en la pseudociencia. Lástima, merecería ser verdad.

sábado, 16 de abril de 2016

III 05 ÁFRICA DIAMANTÍFERA: Sierra Leona, Liberia y Angola, zonas de conflicto.

Imagen www. stazon.blog.com
Desde la antigüedad, por su conocida belleza y pureza, el diamante es la piedra preciosa preferida por los seres humanos para la elaboración de joyas; los griegos creían que eran fragmentos de estrellas o lágrimas de los dioses. Esta gema fue descubierta 500 a.C. en la India, que fue hasta el siglo XVIII, la única fuente conocida de estas preciadas piedras, regalando al mundo algunos de los diamantes mas hermosos como el Gran Mogul, de 780 quilates, o el Kohinur (montaña de luz) de 78.5 quilates en bruto; sus minas están actualmente agotadas. El diamante llegó a Europa, muy probablemente, en el tercer siglo antes de nuestra era, quizá como consecuencia de los viajes de Alejandro Magno.

Su nombre proviene del griego adamas o adamantem, que significa el invencible o irreprimible por ser el material más duro de la naturaleza. El diamante tipo gema es el más preciado y valioso, pero los que tienen cualquier defecto, un 80%, se utilizan en diversas aplicaciones industriales en razón a su dureza y conductibilidad. El diamante industrial se usa para corte de todo tipo de piedras, perforación de pozos petroleros y troqueles y muelas para pulir herramientas. El campo actual de investigación es el de su utilización como semiconductor de microchips de alto rendimiento y disipador de calor en electrónica.
Desde la década de los 50 los científicos consiguieron, mediante la presión de 60000 atmósferas y 2500 grados de temperatura, elaborar diamantes sintéticos, cada vez mas difíciles de distinguir de una gema auténtica, pero su alto costo de producción los han hecho inviables como joyas, pudiendo ser identificados y diferenciados los diamantes falsos por fotoluminiscencia.

El mecanismo exacto de la formación de los diamantes, piedras compuestas de carbono puro cristalizado, sigue siendo materia de debate entre los geólogos, pero es seguro que se necesita calor y presión abundantes para que el carbono cristalice con esta estructura, por tanto es probable que hace millones de años, se hayan formado en roca o magma fundido, a gran profundidad bajo la superficie de la Tierra, creando posteriormente las chimeneas de kimberlita, o conductos de lamproita, lugar característico, donde en la actualidad se encuentran la mayoría de los diamantes.

Aunque existen yacimientos -en depósitos sueltos, de aluviones y en arenas de los ríos, en tierras areniscas, en rocas de cuarzo y mica- en Rusia, con 20% de la producción mundial, aunque son muy raros los tamaños superiores a 1 quilate, Canadá, Borneo, Australia, Guayana, Venezuela y Brasil, aproximadamente siete de cada 10 diamantes se extraen en el Continente Africano, siendo en Kimberley, Sudáfrica en 1905, donde se encontró el mayor diamante conocido, el Cullinan, que peso 621.35 gramos y es de una calidad excepcional. Cuando se talló produjo 105 gemas con un peso total de 1.063 quilates.

Otros diamantes célebres son la Estrella de África, en forma de gota, con 530.2 quilates, el diamante tallado más grande del mundo; en la actualidad engastado en el cetro real británico. El diamante Jonker descubierto cerca de la mina Premier, en Sudáfrica, el más fino entre los grandes diamantes conocidos, se dividió en 12 gemas. El diamante Lesotho que se encontró en 1967, que sin cortar pesaba 601,25 quilates. No africano, pero si célebre, el diamante Vargas, encontrado en Brasil en 1938, se cortó en 29 piedras con un peso total de 411 quilates.

África es la mayor productora de diamantes del mundo (66% del total mundial), encabezada por Botswana (25%), principal productor de diamantes calidad gema; yacimientos importantes están en Sudáfrica, que ha sido el más destacado productor del siglo, sus minas-Kimberley, De Beers y Wesselton- son las más famosas del mundo. Namibia, Zaire, Ghana y Tanzania, son productores significativos, seguidos de Angola, Sierra Leona y Liberia, que desafortunadamente producen la mayor parte de diamantes informales.

El proceso de extracción del diamante es muy diverso, pero por lo general, las operaciones de laboreo se dividen en tres partes: eliminación del estéril-tierra y piedra que cubre la arena diamantífera-,extracción y lavado. El laboreo es muy costoso pues de cada diez toneladas se extrae un quilate -unidad de peso del diamante que corresponde a la quinta parte de un gramo, mismo que pesaba el grano de algarrobo (carob), que fue la primera unidad empleada.
Los diamantes, que cautivan por sus destellos debido al alto índice de refracción de la luz; dependen en su grado de belleza, en gran medida del tallado y pulido de la pieza. Por su extrema dureza, el diamante sólo puede pulirse con otro diamante. Antes de proceder a cortar el tallador examina la gema para determinar sus planos de crucero, tallando con sierras circulares de fósforo sobre cuyo filo se pone polvo de diamante mezclado con aceite de oliva. La exfoliación, la aserradura y el pulimento, en conjunto crean la talla de diamantes, que son las técnicas más precisas y difíciles del arte lapidario.

La calidad de un diamante llamada 4C (corte, color, claridad y peso en quilate) y su certificación determinan su precio en el mercado. Por ejemplo el diamante rosado, que debido a su naturaleza rara es el más costoso, de hecho es un lujo de lujos, que se distingue por su corte inusual, redondo, marquise y corte de princesa.

La mayoría de los diamantes en bruto se clasifican en la Organización Central de Ventas en Londres (CSO), que posteriormente los vende a talladores de diamantes del mundo. Para su comercialización se concentra en ventas al por mayor en Amberes, Bélgica; Londres, Inglaterra; Nueva York, Estados Unidos; Tel Aviv, Israel; Ámsterdam, Holanda y Surat, ciudad portuaria en el estado de Gujarat, al oeste de la India.

Los diamantes, de demanda creciente, tienen como principales consumidores, a Estados Unidos, Japón y Europa. El vertiginoso desarrollo de países como China, India y Rusia abre un mercado potencial. Históricamente el precio de los diamantes es controlado por el grupo De Beers que tiene el 50% del mercado mundial. Durante los últimos 20 años, la evolución de los precios de los diamantes ha subido una media de 3% anual.

África que proporciona la mayor parte de la materia prima, solo obtiene 10% de los ingresos del negocio del diamante, porque carece de mano de obra calificada en el corte y tallado.
Productores modestos como Sierra Leona, Angola o Liberia han utilizado las piedras preciosas para financiar la guerra civil, beneficiando a malos gobiernos, sanguinarios grupos rebeldes y traficantes de armas, lo que ha provocado el desplazamiento de millones de refugiados, violando los derechos humanos de los miserables trabajadores de los yacimientos, por eso a las gemas provenientes de países en zona de conflicto bélico se les ha llamado diamantes en zona de conflicto, también “diamantes ensangrentados”, “diamantes de guerra” o “diamantes de sangre”, que son una realidad que late irracional y frenéticamente en determinados países africanos Angola, República Democrática del Congo, Liberia, Sierra leona, Costa de Marfil, República Africana y Ghana.

El caso paradigmático de los diamantes procedentes de zonas controladas por fuerzas o facciones opuestas a gobiernos legítimos, que se utilizaron para financiar actividades militares es el de Sierra Leona, el país más pobre del mundo, que tuvo una guerra civil de más de once años que enfrentó a la guerrilla Frente Revolucionario Unido (FRU) con las fuerzas gubernamentales para el control de los campos de diamantes.

El conflicto comenzó en 1991, nueve años después el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas prohibió importar diamantes provenientes de Sierra Leona; cesando las hostilidades en 2002, con un saldo de 50000 personas muertas violentamente y miles que fueron víctimas de mutilaciones, violación o tortura. Aunque Angola y Sierra Leona han terminado ya la guerra, el tráfico de diamantes continúa tan vigente como hace unos años.

Los trágicos conflictos de Angola y Sierra Leona, fomentados por el contrabando ilícito de diamantes, llevaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a adoptar medidas, aplicando sanciones a la UNITA en Angola y los rebeldes de Sierra Leona. En 2003 comenzó a aplicarse un sistema de certificación internacional denominado Proceso de Kimberley, que asegura que los diamantes no financien a grupos armados, estableciendo un certificado de origen, que garantiza que solo los diamantes lícitamente obtenidos lleguen al mercado. Naciones Unidas ha levantado recientemente la prohibición, pero Liberia aún ha mostrado incapacidad para cumplir con los requisitos del proceso de Kimberley, por lo que el problema no está totalmente resuelto.

jueves, 7 de abril de 2016

I 04 ANASTASIA ROMANOV/Anna Anderson



La Dinastía Romanov fundada en 1617 por Boyardos moscovitas, título de los nobles terratenientes eslavos, reinaron Rusia hasta 1761, año en que fueron sustituidos por la rama de los Holstein-Romanov de Pedro III; los cuales a la vez gobernaron hasta marzo de 1917, cuando el último emperador ruso, el Zar Nicolás II abdicó obligado por la insurrección de Petrogrado, que da inicio a la segunda revolución rusa, con la toma de poder de los Bolcheviques y la creación de la República Socialista Soviética Federativa de Rusia.

Nikolái Aleksándrovich Romanov, el último Zar de la Rusia Imperial, había nacido en San Petersburgo en 1868, en Tsarskoye Selo (la Villa de los Zares). Esmeradamente educado, hablaba con soltura inglés, ruso, francés y alemán. En 1894 accede al poder, sustituyendo a su padre Alejandro III; poco después de su coronación, contrajo nupcias con Alix de Hesse, quien tomó el nombre de Alexandra Fiódorovna, con la que procreó cinco hijos: Olga (1895), Tatiana (1897), María Teresa (1899), Anastasia (1901) y el zarevich Alekséi Nikoláyevich 1904).
En 1905 inicia una desastrosa guerra con Japón, que genera malestar general. Con motivo de la Primera Guerra Mundial, intentó ponerse al frente de las acciones, relevando a su tío el gran Duque Nicolay Nicoláyevich, dejando la regencia del imperio en manos de su esposa, la cual tuvo una nefasta influencia del legendario monje loco Rasputín-ver preguntas al abuelo 6-quien se hizo del control absoluto del gobierno, con el consiguiente descontento popular, agravado por el origen alemán de la Zarina, que desencadenó eventualmente en la rebelión bolchevique de 1917, liderada por Vladimir Ilich Uliánov, mas tarde Lenin. Rusia entra vertiginosamente en una guerra civil.

Al regreso del desmoronado frente de la Primera Guerra Mundial, el Zar derrocado, fue confinado a arresto domiciliario, junto con su esposa e hijos en el Palacio de Alejandro, en Tsarskoye Selo, en las afueras de San Petersburgo. Dada la cercanía de las fuerzas rojas, Aleksandr Kérensky del gobierno provisional, desplazó en agosto de 1917 a la familia a la pequeña ciudad de Tobolsk, capital histórica de Siberia Occidental. En abril de 1918, los bolcheviques se hicieron del gobierno, ordenando un nuevo traslado de la familia real, esta vez a una pequeña granja, la Casa Ipátiev en Ekaterimburgo, una ciudad de los Urales, en donde Nicolás es asesinado cruelmente, cuando tenía cincuenta años, por sicarios del Ejército Rojo, junto con su familia el 17 de julio de 1918.

El detestable magnicidio tuvo la siguiente secuencia: el 4 de julio de 1918, ante el avance de la legión Checoslovaca, se temió la liberación de la familia; un escuadrón de la policía secreta bolchevique al mando de Yákov Mijáilovich Yurovsky relevó a la guardia de la casa y el 13 de julio recibió la orden del Soviet de los Urales de fusilar a toda la familia. En la medianoche del 17 de julio, con el pretexto de tomar una fotografía, fueron llevados al sótano de la casa Ipátiev, repentinamente entró Yurovsky con revólver en mano y 17 soldados armados con fusiles a la bayoneta, declarando que “el pueblo ruso les había condenado a muerte”; el Zar cae instantáneamente muerto, los fusileros realizan una descarga cerrada al resto de la familia; las niñas por haber tenido una protección relativa por sus corsés cargados con joyas, no mueren inmediatamente y son rematadas a la bayoneta.

En total fueron cobardemente masacradas doce personas: Nicolás, Alexandra Fiódorovna, su hijo Alexis, sus cuatros hijas: Olga, Tatiana, María y Anastasia; el doctor Sergéi Botkin, el lacayo Alekséi Trupp, los cocineros Iván Jaritonov y Tijomírov, y la camarera Ana Demídova. En el colmo de la iniquidad, matan también al perro mascota. Posteriormente los cuerpos fueron depositados en la mina abandonada: Ganina Yama -“los cuatro hermanos”- en donde destruyeron los cadáveres con fuego y ácido sulfúrico. Cínicamente el Soviet de los Urales declaró “Cumpliendo con la voluntad popular, el Consejo de Diputados, Obreros, Campesinos y Guardias Rojos de los Urales, decidió fusilar al verdugo coronado, para evitar que escapara del tribunal del pueblo”. El Comité Central Ejecutivo aprobó la acción del Presidium del Consejo de los Urales.

La Iglesia Ortodoxa Rusa en el exilio canonizó a los integrantes de la familia Romanov, decisión refrendada en agosto de 2000 por el sínodo de la Ortodoxia Rusa. Nicolás II está enterrado desde 1997 en la Catedral de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo junto con el resto de la familia imperial y de los demás zares rusos. El 1 de octubre de 2008 el Tribunal Supremo de Justicia de la Federación de Rusia ha rehabilitado a Nicolás II y su familia, como víctimas de la represión bolchevique.

De su alteza imperial la Gran Duquesa de Rusia Anastasia Nicolaeivna Romanov-Oldenburg-Holstein-Gottorp y von Hessen, no hay muchos datos desde su nacimiento hasta el final de sus días, en Ekaterimburgo, Rusia, cuando tenía tan solo 17 años. Nació en Peterhorf, complejo de palacios en San Petersburgo, Rusia, el 18 de junio de 1901, según el calendario gregoriano. Fue la hija mas joven del emperador Nicolás II y de su esposa Alejandra Fiódorovna, criada de la manera más austera posible, apodada “Malenkaya”, que significaba “la mas joven”, creció como una niña vivaz y llena de energía, de ojos azules, corta estatura y pelo rojizo tirando a rubio, padecía de hallus valgus-desviación del primer dedo del pie, fuera de la línea media, acompañado de exostosis en la articulación metatarso-falángica-(juanetes) que afectaba a los dos dedos gordos del pie.


Para la mayoría de historiadores, Anastasia fue asesinada, en una ejecución extrajudicial, por un pelotón de fusilamiento, junto al resto de su familia la mañana del 17 de julio de 1918. Al morir la princesa, nace la leyenda de Anastasia según la cual no murió y logró escapar. El rumor que sobrevivió a la masacre tiene gran fuerza y es persistente desde 1918, y no ha sido acallado totalmente hasta nuestro tiempo pues no hay nada totalmente claro en relación a su muerte o a su supervivencia. Sobrevivió según testimonio del sastre vienés Heinrich Kleibenzetl-que vivía y trabajaba frente a la Casa Ipátiev-; huyendo posteriormente con la ayuda del soldado ruso-polaco Alex Tschaikovsky que la llevó a Bucarest, Rumania donde curaría sus heridas y dos años después aparecería casada con él, con un hijo, con el nombre de Anna Tchaikovsky. El soldado Tchaikovsky aún hoy no ha sido identificado entre los participantes de la ejecución.

También llegaron noticias desde Bulgaria de la posible supervivencia de Anastasia y de su pequeño hermano Alexis. Meter Zamiatkin, guardia de la familia imperial rusa afirmó que los llevó a su pueblo natal, cerca de Odesa, viviendo Anastasia con el nombre de Eleonora Albertovna Kruger en la ciudad búlgara de Gabarevo, cerca de Kazanlak , hasta su muerte en 1954.

Nadezhda Ivanovna Vasilyeva y Eugenia Smith, dos jóvenes que afirmaban ser Anastasia y su hermana María, encontradas por un sacerdote de los Montes Urales, vivieron como monjas hasta su muerte en 1964. Fueron enterradas bajo los nombres de Anastasia y Maria Nikolaevna. Muchas mujeres a lo largo del siglo XX afirmaron ser la Gran Duquesa Anastasia, al menos diez mujeres afirmaron ser Anastasia, la más famosa de las cuales fue Anna Anderson.

La vida de Anna Anderson surgió la noche del 17 de febrero de 1920, cuando una joven de aproximadamente 20 años fue salvada por un policía de suicidarse en un puente del río Spree- que comunica a Alemania por medio de canales con el mar Báltico- en la ciudad berlinesa. Ingresada en el hospital psiquiátrico de Dallford, en donde por su mutismo, el personal la conocía como Fraülein Unbekannt ("Señorita desconocida"), diagnosticándole una "enfermedad mental de carácter depresivo". La joven Anna Anderson presentaba, según los informes médicos, media docena de heridas de bala y diversas laceraciones, incluyendo una cicatriz en forma de estrella en la parte posterior de la cabeza.

"Doña Desconocida", que permaneció hospitalizada dos años, adujo que trató de suicidarse, arrojándose desde un puente a las frías aguas del canal Landwerh, en Berlín, por haber sido ignorada al tratar de ver a su tía, la princesa Irene, hermana de la Zarina (madre de Anastasia), explicó a sus confidentes, que se llamaba Anna Tschaikovsky, que su marido, muerto en una reyerta callejera, la había rescatado de Ekaterimburgo, que tuvo un hijo con él en Rumania, mismo que dejó en un orfanato, antes de partir a Berlín. Sin embargo no explicó porque en Bucarest no hizo ningún intento de aproximarse al familiar más cercano de Anastasia, fuera de Rusia, la reina María de Rumania, prima de la Zarina Alejandra.

Por su acento oriental todos supusieron que Anna era, posiblemente, una "refugiada rusa", afirmando en 1922 que ella era la Gran Duquesa Anastasia. La firmeza de su reclamación pronto la hizo relativamente conocida más allá de Alemania e independientemente de quien era realmente, marcó su vida para el resto de sus días. La noticia se propagó, causando conmoción a toda Europa, la gente maravillada ante esta magnífica historia, la aceptaba sin reticencias.

Al egresar del hospital, quedó al cuidado de un emigrante ruso, el barón Von Kleist, que creía que ella era realmente Anastasia. Por causas desconocidas Anderson huyó de casa de Von Kleist y fue acogida por el inspector de policía Grünberg, recibiendo en su casa, la visita de la hermana de la Zarina, la Princesa Irene de Hessen-Darmstadt, quien no aceptó que se tratara de su sobrina. Sin embargo el hijo de la princesa, el Príncipe Segismundo de Prusia, remitió a la joven una lista de preguntas que, según su opinión, sólo Anastasia podía conocer, Anderson respondió todas las preguntas correctamente, lo que agregado al gran parecido físico con la autentica Anastasia, sus ojos azules, la caligrafía semejante a la de Anastasia y pruebas forenses realizadas en 1994, comparando la cara y las orejas, concluyeron que Anna y Anastasia eran las mismas, alimentando el mito, pues Incluso su abuela paterna, recluida en un castillo en Dinamarca, la reconoció antes de su fallecimiento en octubre de 1928.

En 1991 un grupo de científicos, espeleólogos, geólogos, genéticos y otros expertos de la medicina hallaron los restos de la familia imperial en una fosa común, cerca a Ekaterimburgo. Una vez abierta la tumba los excavadores descubrieron faltaban los cadáveres de Alexis y, según el experto forense William Maples, el de Anastasia, lo que avivó la polémica.

En las décadas siguientes, la mujer sería conocida como Anna Anderson (nombre que adoptó en los Estados Unidos) enfrentándose a numerosas acusaciones de impostora, pero nadie podía dar prueba de que mentía o decía la verdad. La batalla por conocer su identidad se convirtió en el juicio más largo de la historia de Alemania (1938-1970),Anna Anderson no pudo aportar suficientes pruebas, obrando en su contra el hecho de que fuera incapaz de leer o hablar ruso, inglés o francés a su edad, como sí lo hacían las hijas del zar.

Anna Anderson, se casó en Charlotteville, Virginia, Estados Unidos, en 1968, a los 67 años de edad, con el norteamericano John “Jack” Manahan, unos veinte años más joven que ella, por lo que cambió su nombre a Anastasia Manahan; muriendo en Klostersee (Alemania), el año 1984 a causa de una neumonía, siendo incinerada, según su propio deseo.

Los análisis y muestras de ADN de Anna Anderson que pudieron ser rescatados, gracias a una prueba que se le hicieron en vida durante una operación en 1979 en el Hospital Martha Jefferson, de Charlottesville, Virginia, demostraron que Anna Anderson no solo no tenía relación alguna con la familia real rusa, sino que se correspondía estrictamente al de Karl Maucher, un inmigrante procedente de Pomerania, región limítrofe entre Polonia y Alemania, descendiente de una polaca, Franziska Schanzkowska, una obrera de Casubia (al norte de Polonia) nacida en 1896, probablemente en Pomerania, Prusia Oriental (actualmente Polonia) y desaparecida en marzo de 1920, lo que confirmó la investigación privada, contratada por el duque de Hesse.

Mucha gente creyó en éste clásico de la doble personalidad, muchas más quisieron creer, como lo demuestra las numerosa filmografía, musicales, novelas y series de televisión; la supervivencia de Anastasia, merecería ser verdad.