jueves, 11 de junio de 2009

Calidad en los Servicios de Salud 11 MEJORAMIENTO CONTINUO, DISCALIDAD.


Imagen: efactorgroup.com
El mejoramiento continúo parte de la idea, que todo proceso es susceptible de mejorar, cada falla tiene una causa básica, las causas son evitables y la prevención es siempre más barata.

Para ello es menester, con participación total, analizar cuidadosamente cada uno de los procesos hasta modificarlos radicalmente, en una secuencia de acciones sucesivas coherentes. Para lograr la mejoría continua (actual correctiva o bien futura actualizadora), además de crear las condiciones necesarias, deben participar, y ser reconocidos por su esfuerzo, quienes hacen el trabajo por aventajar.
La calidad total es una estrategia de mejoramiento continuo, como lo son el sistema de garantía de calidad de servicios de salud, los elementos del aseguramiento de la calidad (evaluaciones, acreditación, monitoreo, auditoria), la gerencia estratégica, el desarrollo del recurso humano y los comités que son entidades pequeñas, ágiles y flexibles, con responsabilidad propia, que por su enfoque selectivo y en profundidad pueden llevar a cabo el control periódico de un proceso con la detección temprana de desviaciones a través de signos de alarma que manifiesten que el indicador ha salido del rango de seguridad aceptado.
“DISCALIDAD”
Indudablemente la reducción de tiempos y movimientos (sin afectar el buen resultado) es calidad; por eso los reprocesos (acciones repetitivas y desgastantes), evitan o entorpecen, la agilidad, la oportunidad, la seguridad y la amabilidad en la atención; a la vez que aumentan la inversión de tiempo, esfuerzo, recursos y dinero. De ahí el término discalidad o no calidad, que es el costo que desaparece al corregir todos los errores y que corresponde al concepto de la “mina de oro”: veta que se explota con los beneficios de identificar y corregir los defectos.

Los costos de no calidad o de mala calidad, son aquellos que no se hubieran producido si la calidad fuera perfecta; cada vez que se rehace un trabajo, aumenta el costo de la no calidad, el servicio menos costoso es aquel que tiene menos defectos, mientras que el defectuoso llega a ser mas oneroso social y económicamente.Abatir la discalidad es un beneficio potencial, que se puede obtener al liberar al servicio de las características de la no calidad, que llegaremos a alcanzar cuando hagamos siempre las cosas bien, desde la primera vez.

Desde la visión costo-beneficio, combatir la discalidad es el conjunto de acciones que nos reportan los mayores beneficios a la salud, con los menores riesgos posibles y a costos que puedan ser asumidos por la organización (costo razonable). Al detectar y cuantificar desvíos, analizar la causa, ponderar consecuencias y proponer correctivos.

Mejorar procesos evita repetición y aplicación de procedimientos defectuosos, torna la percepción del usuario de neutra o negativa a positiva; disminuye los costos y riesgos innecesarios, a la vez que produce beneficios a la institución y a los pacientes.
Es la calidad total de cero defectos y bien desde la primera vez.Al reducir los costos, se es más competitivo, el personal está más contento con su trabajo y aumenta el rendimiento y la productividad (al no tener que repetir tareas), de tal forma que con el mismo esfuerzo se pueden lograr mejores resultados. Cuando la calidad es alta, la productividad aumenta porque la fuerza laboral realiza más servicios adecuados. La lista de espera puede eliminarse con la optimización del recurso humano y sobre todo del recurso tiempo.La sobreprestación de servicios, además de aumentar los costos aumenta los riesgos innecesarios (sobreutiliza los insumos y tiene consecuencias mórbidas), aumenta el desperdicio y disminuye el beneficio.
Los costos artificialmente bajos producen daños por insuficiencia.
Los gastos por discalidad son los controlables y los resultantes y la disminución de ingresos son por oportunidades perdidas, desprestigio y deserciones.

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